Pausa para la creatividad: Cuándo te diste cuenta de que te gustaba el álgebra

Un día, mi familia decidió construir  una valla alrededor del gallinero,   para proteger a las gallinas de los mapaches. Queríamos que la longitud del perímetro de   la valla midiera el doble que su ancho. Y recuerdo que pensé: "Esto es lo mismo   que hago en la clase de álgebra. Lo  estoy aplicando para hacer algo útil". El álgebra no era sólo algo  que se escribe en el papel,   me sirvió para proteger la vida de mis gallinas. Así que en ese momento sentí que las  matemáticas eran útiles para el mundo,   y que estamos resolviendo problemas reales  con ellas, y eso es realmente poderoso. Durante mi primer año en la universidad,  me di cuenta de que me gustaba el álgebra,   y las matemáticas en general, me tardé en darme  cuenta de la importancia de las matemáticas. Estaba haciendo un curso introductorio de  estadística para mi grado de psicología.  Ahí empecé a notar que los conceptos  que estaba aprendiendo me servían para   entender mejor el mundo que me rodeaba de una  manera más concreta, fluida y enriquecedora. Y cuando logré conectar las cosas que aprendía en   el salón de clases con el mundo real,  y pude entender diferentes fenómenos,   entender cómo funcionan y evolucionan  distintos aspectos de nuestra cultura,   eso me ayudó mucho y me di cuenta de lo  importantes que son las matemáticas y el álgebra. Y desde ese momento me enamoré de ellas.