Contaminantes del aire en el interior

Hablemos de la contaminación  del aire en espacios interiores. Recuerdo que cuando oí hablar por primera  vez de la contaminación del aire en espacios   interiores en mi clase de ciencias  ambientales, estaba un poco confundido. Cuando pensaba en la contaminación, me venían  a la mente imágenes como ésta o ésta. Pero la   contaminación es a menudo invisible, y  no se limita a los espacios exteriores. Los contaminantes del aire en espacios interiores   pueden provocar graves problemas  de salud e incluso la muerte. Pero hay formas de identificar y  prevenir este tipo de contaminación. Veamos un ejemplo. Esta es Eva. Digamos que Eva,   como muchas otras personas en el mundo, pasa la  mayor parte de su tiempo en espacios interiores. Trabaja, duerme, cocina y come  en su casa. Y últimamente,   ha estado experimentando dolores de cabeza y tos. Así que un posible culpable podría ser la  contaminación del aire al interior de su   casa. Entonces, ¿de dónde podría provenir  la contaminación de ese aire interior? Echemos un vistazo a la casa de Eva. La contaminación del aire interior puede provenir   de muchos tipos de fuentes,  tanto humanas como naturales. Los muebles, paneles y alfombras de Eva pueden  estar liberando compuestos orgánicos volátiles,   que a menudo se abrevian como COV, y  que básicamente incluyen sustancias   que forman gases a temperatura  ambiente, como el formaldehído. El formaldehído se utiliza como adhesivo en   los materiales de construcción y la  tapicería, y puede llegar al aire. Es el mismo material que se utiliza para  embalsamar y conservar los cadáveres.  En otras palabras, no es agradable de respirar. La Agencia de Protección Ambiental de  Estados Unidos afirma que el formaldehído   es uno de los cuatro contaminantes  atmosféricos más peligrosos del país.  El formaldehído puede provocar mareos y náuseas. Y   si te expones a una cantidad  suficiente, puede matarte. Los contaminantes del aire interior también  pueden provenir de la propia casa de Eva   en forma de partículas. Se trata de  partículas diminutas, tan pequeñas,   que pueden permanecer suspendidas  en el aire. Y pueden ser realmente   peligrosas porque pueden adentrarse  en los pulmones y dañar las células. Una de estas partículas es el  asbesto o amianto. En mi opinión,   es una sustancia muy interesante. Es un aislante  eléctrico, y es a prueba de fuego y ácido. Hubo una época en la que muchas casas y edificios   se construyeron utilizando asbesto  como aislante en suelos y techos. En realidad, es un material  natural que se extrae de las minas,   y que tiene fibras ligeras y esponjosas  que se pueden tejer como si fueran tela. A mí siempre me ha parecido pelo  de unicornio. Pero en realidad,   es más bien pelo de unicornio malvado. Cada fibra puede romperse en trozos  microscópicos que podrían dejar   cicatrices en los pulmones y provocar cáncer  de pulmón y otras enfermedades pulmonares. Las partículas en la casa de Eva también podrían  provenir de la pintura. La pintura de plomo en   la casa de Eva podría empezar a desprenderse  y podría dejar pequeñas partículas suspendidas   en el aire. Estas partículas podrían  provocar una intoxicación por plomo,   que puede causar dolores de cabeza  y daños nerviosos y cerebrales. El uso de plomo y asbesto ha sido restringido  por muchos gobiernos de todo el mundo,   pero estos materiales aún pueden  encontrarse en edificios antiguos. Otra forma de contaminar el aire interior es  la combustión, es decir, la quema de cosas. La combustión puede provocar una gran variedad  de contaminantes que pueden irritar los pulmones,   como el monóxido de carbono, los óxidos de  nitrógeno, el dióxido de azufre y partículas. Una de las formas en que el monóxido de  carbono puede acumularse en el interior   de un hogar es a partir de un  horno con poco mantenimiento. Las moléculas de monóxido de carbono  tienen un arma secreta. Pueden engañar   a las proteínas de la sangre para que piensen  que son oxígeno. Esto puede causar asfixia,   es decir el cuerpo no puede obtener  suficiente oxígeno, y esto puede ser mortal. Eva debe asegurarse de que su horno tiene un buen  mantenimiento y de que se revisa regularmente. Sin embargo, la contaminación del aire relacionada  con la combustión no sólo proviene de los hornos. En los países menos desarrollados,  las familias utilizan a veces   fogatas u hogueras para calentarse y  cocinar. La gente suele quemar madera,   turba e incluso carbón dentro de las casas  sin la ventilación necesaria para hacer   circular y diluir los contaminantes en el  aire. La contaminación del aire relacionada   con la combustión también puede provenir de  chimeneas mal ventiladas y del humo del tabaco. Entonces, ¿qué podría hacer Eva  para reducir la contaminación   del aire relacionada con la combustión? Pues podría abrir las ventanas y  utilizar ventiladores para mezclar   el humo y la contaminación con el aire exterior. Eva también debería instalar un detector  de monóxido de carbono para asegurarse   de que el aire es seguro. Un detector  de monóxido de carbono también podría   detectar las fugas de las estufas  o calentadores de gas natural. También es posible que la casa de Eva  tenga contaminantes naturales como moho,   polvo o incluso radón. El moho es un tipo de  hongo microscópico que siempre está flotando   en el aire, y respirarlo puede provocar  picores en los ojos, goteo nasal y puede   desencadenar ataques de asma. Al moho le encanta la humedad. Así que, cuando el aire es muy húmedo,   habrá más esporas de moho, lo que es bueno  para el moho, pero malo para nosotros. ¿Y qué zonas de la casa suelen tener  más humedad? Los baños y la cocina,   por lo que estas zonas necesitan tener  las ventanas abiertas el mayor tiempo   posible o utilizar ventiladores que puedan  extraer la humedad y el moho de la casa. Otro tipo de contaminante natural del aire  interior es el radón, que es un gas noble   radiactivo. Se produce por la descomposición  natural de rocas radiactivas en el suelo.  Digamos que el sótano de Eva tiene algunas  grietas en los cimientos y las paredes.   Eso significaría que cuando el radón se  filtra hacia arriba a través del suelo,   podría entrar en estas grietas y  quedarse dentro de la casa de Eva. Respirar demasiado radón podría dañar  el tejido pulmonar e incluso provocar   cáncer de pulmón, y esto depende de  en qué lugar esté construida su casa.  Algunos lugares, como la casa de Eva, son más propensos a tener radón que otros. Eva puede prevenir la exposición  al radón sellando las grietas de   los cimientos de su casa y ventilando su  sótano. Algunos tipos de contaminación   del aire interior requieren  un tratamiento profesional. Para deshacerse del asbesto, por ejemplo,  un especialista acreditado en reducción   de asbesto se presenta con un traje de  bioseguridad como éste. Así de peligroso es. Para otras situaciones, hay una solución  sencilla para el problema de Eva:   la ventilación. Eva podría abrir las  ventanas de los lados opuestos de su casa,   solo un poco. Así el aire exterior entraría,   diluiría los contaminantes del aire interior  y los sacaría por el otro lado de la casa. Esta ventilación natural permite que el  aire circule y se reduzca la acumulación   de contaminantes en el aire interior. Hay  muchas formas para que los contaminantes   del aire interior ingresen en la casa de  Eva. Estos contaminantes pueden provenir   de la naturaleza, la combustión y los  productos fabricados por el hombre. Ser consciente de estas fuentes puede ayudar a Eva   a asegurarse de que el aire de su casa  se mantenga fresco, limpio y saludable.