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Recursos de energía no renovables

Las fuentes de energía no renovable son aquellas que existen en una cantidad fija e implican una transformación de energía que no se puede reemplazar con facilidad. Creado por Khan Academy.

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Transcripción del video

Hoy vamos a hablar de los recursos energéticos. Seguramente hoy ya hiciste algo que  involucró el uso de recursos energéticos. Incluso desde el momento en que te despertaste. Por mi parte, mis días siempre comienzan  con la preparación de té. Y al prepararlo   utilizo energía en cada paso de este proceso:   mi auto utiliza gasolina cuando conduzco hasta  la tienda de comestibles para comprar el té,   mi estufa utiliza gas natural cuando hiervo  el agua y después, el agua caliente con la   que lavo mi taza proviene del calentador que  utiliza electricidad procedente del carbón. Es decir, constantemente utilizamos  energía en nuestra vida cotidiana. Ya que la primera ley de la termodinámica dice  que "la energía no se crea ni destruye". Entonces,   ¿de dónde proviene toda esta energía?  Y, sobre todo, ¿tendremos suficiente? Cuando hablamos de recursos energéticos,  podríamos dividirlos en dos grupos,   energías renovables y energías no renovables. Siempre logro recordar cuáles son los recursos  renovables porque el prefijo re- significa   repetición, otra vez, y la raíz nova (nuevo)  se refiere al origen de la fuente de energía. Por lo tanto, las fuentes de energía renovables  son las que podemos utilizar una y otra vez,   y que se recuperan rápidamente  mediante procesos naturales. Las fuentes de energía renovables son la  luz solar, el viento, el agua en movimiento,   la biomasa de las plantas de crecimiento  rápido y el calor geotérmico de la tierra. La vida útil de los recursos renovables parece  un círculo. Podemos utilizarlos (utilizarlos) y   luego utilizarlos de nuevo sin  preocuparnos de que se agoten. En cambio, las fuentes de energía no  renovables son fuentes que existen   en una cantidad determinada y que  no pueden sustituirse fácilmente. Estas fuentes de energía deben extraerse de  la Tierra e incluyen cosas como el combustible   nuclear y los combustibles fósiles, que son cosas  como el carbón, el petróleo y el gas natural. Los combustibles fósiles se formaron en el pasado  geológico a partir de los restos de organismos   antiguos, plantas y animales que murieron  hace millones de años, quedaron enterrados   en el suelo, se descompusieron parcialmente  y fueron expuestos a mucho calor y presión. Este calor y esta presión reordenaron  químicamente la energía contenida en   los cuerpos y la convirtieron en los  combustibles fósiles que utilizamos hoy. Como tardan tanto en formarse,   ahora mismo tenemos una cantidad finita  de recursos no renovables en la tierra. La vida útil de los combustibles fósiles  es un ciclo roto, un boleto solo de ida. Primero se encuentra (encontrar)  el combustible fósil y luego hay   que extraerlo (extraer). La extracción  de combustibles fósiles puede implicar   procesos mineros destructivos que pueden  contaminar los hábitats circundantes. A continuación, hay que transportarlo  (transportar) hasta el lugar donde   se va a utilizar. Y utilizar los  combustibles fósiles significa quemarlos,   lo que libera gases de efecto invernadero  y otros contaminantes a la atmósfera. Además, se necesita energía para  refinar y procesar algunos tipos   de combustibles fósiles para que  sean más útiles para nosotros,   como convertir el petróleo crudo en  gasolina, diésel y combustible para aviones. Y la quema de los combustibles fósiles transforma   esa energía en una forma de energía menos  organizada, como el calor y las cenizas. No todos los combustibles fósiles son  iguales. Y esto se debe a que diferentes   tipos de materia orgánica se calentaron  y se comprimieron de diferentes maneras,   creando así diferentes tipos  de combustibles fósiles. Uno de estos tipos de combustibles  fósiles es el petróleo. La palabra petróleo viene de la palabra latina  para roca, petra, y la palabra latina para aceite,   oleum. Esto tiene sentido porque es una  sustancia aceitosa que se encuentra en depósitos,   atrapada entre las rocas. El ser humano  utiliza el petróleo desde hace mucho tiempo. Las primeras civilizaciones lo encontraron  burbujeando en pozos naturales a nivel del   suelo. El petróleo que vieron salir  directamente de la tierra se llama   petróleo crudo o simplemente crudo, lo que  significa que está sin refinar y sin procesar. El petróleo crudo era probablemente uno  de los ingredientes del fuego griego,   una sustancia incendiaria que los  bizantinos lanzaban contra sus enemigos. Hoy en día el petróleo crudo se  convierte en muchos productos,   como la gasolina y el gasóleo para los vehículos,   el queroseno para la calefacción y el  asfalto para la construcción de carreteras.  También se utiliza para fabricar  plásticos y tejidos sintéticos. Otro tipo de combustible fósil es  el carbón que quemamos sobre todo   para generar electricidad, pero que también  puede utilizarse para calentar y cocinar. Es una roca sólida, brillante e inflamable,   que se forma sobre todo a partir de los  restos de plantas fosilizadas como el musgo. Durante miles de años,   el material vegetal se transforma en un  compuesto rico en carbono llamado turba. Y luego, con algo de presión, se convierte en  carbón blando, que se llama lignito. Y luego,   con más presión, se convierte  en carbón bituminoso o graso. Y finalmente se convierte en un  carbón duro llamado hulla o antracita. Cuanto más tiempo se someten  los restos vegetales a presión,   mayor es la densidad energética que alcanzan. Así que, si se quema antracita, se obtendrá  mucha más energía que si se quema turba,   la quema de carbón libera dióxido  de carbono, dióxido de azufre,   óxidos de nitrógeno y otros gases en el aire.  Así que el carbón es uno de los  combustibles fósiles más sucios. El combustible fósil de combustión más limpia  es el gas natural, lo que significa que emite   una menor cantidad de dióxido de carbono  u otras huellas de carbono en el aire. No hay que confundir el gas natural con el gas   licuado de petróleo (GLP), el cual  se obtiene durante los procesos de   destilación del petróleo. El gas natural  no pasa por procesos de transformación. Este tipo de gas no es el mismo  que ponemos en nuestros vehículos,   ya que este proviene del petróleo. En Estados Unidos, casi todo el gas natural  se utiliza para generar electricidad,   calentar los hogares y cocinar alimentos. Muchos hornos, calderas, calentadores de  agua, secadoras y estufas funcionan con gas   natural. El gas natural es una mezcla natural de  gases. Está compuesto principalmente por metano,   etano, propano y butano. El gas es incoloro e inodoro.  Por este motivo, las compañías de  gas natural suelen añadir un olor   a huevo podrido al combustible para que  las fugas sean más fáciles de detectar. Pero, aunque no podamos  ver ni oler el gas natural,   el ser humano lleva siglos  detectándolo y utilizándolo. Hay pruebas de que, hace más de 2000 años,  los habitantes de China crearon tuberías de   bambú para transportar el gas, de modo  que se pudiera utilizar para hervir el   agua salada y separar la sal. Y hoy  en día seguimos utilizando tuberías   para transportar el gas por tierra.  Aunque ya no están hechas de bambú. Otro tipo de recurso no renovable es el  combustible nuclear. Las centrales nucleares no   queman combustibles fósiles. En su lugar, dividen  el uranio a través de un proceso llamado fisión   nuclear. Un solo kilogramo de uranio, puede  producir 24 millones de kilovatios hora de   energía; mientras que un kilogramo de carbón,  puede producir 8 kilovatios hora de energía. En otras palabras, la fisión nuclear produce  mucha energía y también produce mucho calor,   el cual se utiliza principalmente  para producir electricidad. Además, la energía nuclear es conocida  como una energía limpia porque su única   emisión de gases de efecto invernadero  es el vapor de agua, que tiende a salir   de la atmósfera más rápidamente que  otros gases de efecto invernadero. Pero el inconveniente es que el combustible  gastado es un residuo radiactivo peligroso   y el reciclaje de los residuos  nucleares es peligroso y caro. El petróleo, el carbón, el gas  natural y el combustible nuclear   representan el 85% del consumo energético mundial. Pero a medida que nuestra población y  nuestras necesidades energéticas crecen,   es cada vez más importante integrar en nuestra  mezcla de energía los recursos renovables:   las fuentes que se recuperan  mediante procesos naturales. Voy a preparar un té ahora, pero antes de irme,   quiero dejarte algo en lo que pensar.  ¿Qué es lo que haces en tu día a día   que utiliza energía? ¿Esa energía proviene de  combustibles fósiles? Y si es así, ¿de cuál? Saber cómo se obtiene la energía  que utilizas cotidianamente,   te ayudará comprender cómo es la energía que  impulsa a tu comunidad, a tu país y al mundo.