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Bloqueos, submarinos y el hundimiento del Lusitania

Aprende sobre la guerra naval entre el Reino Unido y Alemania, que condujo al hundimiento del Lusitania. Creado por Sal Khan.

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Transcripción del video

Al entrar en la Primera Guerra Mundial, los británicos tenían la fuerza naval dominante en todo el mundo, e inmediatamente la utilizaron en su beneficio. Tal vez recuerdes que en videos anteriores mencionamos que, a principios de agosto de 1914, el Reino Unido le declaró la guerra a Alemania como consecuencia de su invasión a Bélgica. Y fue en noviembre de 1914 que los británicos declararon todo el mar del Norte como zona de guerra. En esencia, esto era decirle a cualquier embarcación “Vengan bajo su propio riesgo, porque pueden ser destruidas. Además, no se les permite transportar ningún tipo de contrabando”. Pero incluyeron la comida como contrabando, y así comenzó el bloqueo contra Alemania y Austria-Hungría. Este es el bloqueo a las Potencias Centrales, el cual tuvo importantes repercusiones en la guerra porque se mantuvo durante todo el conflicto, y esto ocasionó que las Potencias Centrales, especialmente los alemanes y los austriacos, tuvieran que racionar la comida. Estamos hablando de 1000 calorías por día. Puedes observar el número de calorías que tiene tu hamburguesa favorita y hacerte una idea de qué tan poca comida era eso. Hay muchas estimaciones sobre lo que este bloqueo ocasionó. Obviamente, dificultó que las Potencias Centrales pudieran conseguir municiones de guerra y otras cosas por el estilo, pero también hizo muy difícil que pudieran obtener comida. Y este racionamiento, esta incapacidad para conseguir comida, condujo a la desnutrición e incluso a la hambruna. Existen cálculos que señalan que esta medida podría haber llevado a la muerte a más de 400,000 civiles, directa o indirectamente, debido a la desnutrición y a la hambruna, entre las Potencias Centrales. Se trató de una táctica bastante extrema. Ahora bien, los alemanes no tenían una fuerza naval dominante. De hecho, la mayoría de su armada estaba concentrada cerca de la costa de Alemania, en el mar del Norte. Pero también querían interrumpir el comercio con los británicos. Pensaron que las islas británicas, por ser islas, dependían del comercio de alimentos y suministros. Así que, en febrero de 1915, los alemanes declararon los mares que rodean las islas británicas, toda esta área, como zona de guerra. Del mismo modo, declararon que esa también era una zona de guerra. Y puesto que su flota de superficie estaba concentrada aquí, la manera en que intentaron evitar el comercio con las islas británicas fue por medio de una guerra submarina. Esta fue la primera vez en la historia que la guerra submarina se convirtió en un factor decisivo. Estamos hablando de submarinos muy rudimentarios, pero nos referimos a embarcaciones que podían sumergirse y disparar torpedos contra los barcos. Ahora bien, teniendo esto como telón de fondo, adelantémonos unos cuantos meses. Vayamos a mayo de 1915. Tenemos este trasatlántico, el RSM Lusitania. En inglés, RMS significa “Buque del Correo Real” porque transportaba correo. Era un barco enorme. Si alguna vez has visto la película “Titanic”, imagínate un barco como ese. Iba a zarpar de Nueva York con dirección a Liverpool, Inglaterra, y aparentemente era un barco de pasajeros, pero también transportaba cargamento. Los alemanes pensaron que eso lo justificaba como un blanco, especialmente porque transportaba municiones, y también porque era un buque británico. Así que, al enterarse de que el Lusitania estaba en Nueva York e iba a zarpar el 1 de mayo de 1915, la embajada de Alemania publicó un anuncio que vale la pena leer. Dice “Aviso. A los viajeros que tengan la intención de emprender la travesía del Atlántico se les recuerda que existe un estado de guerra entre Alemania y sus aliados y el Reino Unido y sus aliados; que la zona de guerra incluye las aguas adyacentes a las islas británicas; que, de conformidad con el aviso oficial emitido por el gobierno imperial alemán, las embarcaciones que enarbolen el pabellón del Reino Unido o de cualquiera de sus aliados podrán ser destruidas en esas aguas, y que los viajeros que naveguen en la zona de guerra en barcos del Reino Unido o de sus aliados, lo hacen bajo su propio riesgo. En nombre de la embajada imperial alemana”. Este aviso está fechado en abril de 1915. Entonces ese es el telón de fondo. El Lusitania zarpó el 1 de mayo de 1915. El 7 de mayo, el trasatlántico estaba a punto de llegar a su destino en Liverpool. Aquí está Liverpool. Se encuentra entre 17 y 24 kilómetros frente a la costa de Irlanda. Pero justo aquí se topó con un submarino alemán. Esto de aquí es un submarino alemán. Y ese submarino alemán disparó un torpedo contra el Lusitania. Ahora bien, el proyectil —como podrás imaginar— chocó contra el barco, y poco después del impacto del torpedo se produjo una gran explosión. Esta explosión es en realidad una de las grandes interrogantes de la historia. El barco se hundió, arrastrando consigo a la mayoría de sus pasajeros. En total había 1959 pasajeros y tripulantes, de los cuales murieron 1195. Hubo otros barcos que fueron hundidos por los submarinos alemanes, pero este se volvió famoso —al menos desde el punto de vista de la historia estadounidense— porque a bordo había 128 pasajeros estadounidenses que también murieron. Así que, como podrás imaginar, esto condujo a que mucha gente en el lado estadounidense se preocupara. "¿Por qué sucedió esto? Eran civiles estadounidenses". Este suceso dio como resultado una severa reprimenda por parte de Woodrow Wilson. Solo para dar un poco de contexto, cuando estalló la guerra —y había estallado menos de un año antes del hundimiento del Lusitania— la postura de Estados Unidos era permanecer neutral. No quería participar en este conflicto europeo. Ahora bien, Estados Unidos comerciaba con los Aliados, no con las Potencias Centrales. Les proporcionaba un mínimo de suministros, a un nivel comercial, y también apoyo económico. Otorgaba préstamos a los Aliados, pero no a las Potencias Centrales. Así que, aunque existía esta neutralidad oficial, había una conexión más implícita con los Aliados. Pero Woodrow Wilson todavía quería mantener a Estados Unidos fuera de la guerra en ese momento —estamos hablando de mayo de 1915— así que solo envió una dura advertencia al Imperio alemán. Exigió que se disculpara y que tomara medidas para evitar que este tipo de cosas ocurriera nuevamente en el futuro. Y de hecho el Imperio alemán hizo caso. El 9 de septiembre... Permítanme escribir esto en la línea de tiempo, aquí. Entonces, en mayo los alemanes hundieron el Lusitania, y en septiembre accedieron a no atacar barcos de pasajeros. Y aunque a menudo se habla, particularmente en muchas clases de historia estadounidense, del hundimiento del Lusitania como una de las causas de la entrada de Estados Unidos a la guerra, cuando eso sucedió el país se mantuvo neutral a lo largo de todo este periodo. De hecho, Estados Unidos no entró a la guerra sino hasta abril de 1917, así que el Lusitania fue solo una de las muchas cosas que ocurrieron en los años anteriores a su entrada en la guerra. Y si nos adelantamos un poco, en 1916 hubo elecciones presidenciales, y Wilson ganó la reelección con una campaña basada en mantener a Estados Unidos fuera de la guerra. Así que el hundimiento del Lusitania fue un hecho relevante. Podemos pensar que los alemanes no querían que Estados Unidos entrara a la guerra del lado de los Aliados y por eso accedieron a relajar sus campañas con submarinos, al menos por un par de años. Pero para 1917, presas de la desesperación, los alemanes empezaron a volverse de nuevo más agresivos en sus ataques con submarinos. Estados Unidos adujo que este fue uno de los catalizadores que lo condujo a participar en la Primera Guerra Mundial. Una vez dicho esto, necesitamos un poco de contexto. Con frecuencia, cuando rememoramos la historia, nos parece demasiado simple. Nos parece obvia. “Oh, claro, tuvimos que ir a la guerra, etcétera, etcétera”. Tengo aquí unas cuantas citas de William Jennings Bryan, quien fue el secretario de Estado de Woodrow Wilson. Algunas de ellas son bastante reveladoras. Esta primera es de septiembre de 1914, antes de que ocurriera toda esta historia del Lusitania pero cuando la guerra ya había estallado en Europa. Él le escribió este mensaje a Woodrow Wilson para defender la postura de por qué Estados Unidos debía permanecer fuera de la guerra y por qué debía haber algún tipo de mediación para intentar hacer que la guerra terminara, en lugar de simplemente dejar que siguiera su curso. Le escribió a Wilson: “No es probable que ningún bando obtenga una victoria tan completa como para poder imponer condiciones. Y si alguno —esto es interesante porque, curiosamente, parece un presagio— consigue semejante victoria, esto probablemente significará el preparativo para otra guerra. Parecería preferible buscar una base más racional para la paz”. Ahora bien, en estas otras citas —y esta es la interrogante en torno a esa segunda explosión— William Jennings Bryan escribió: “Debe prohibirse a los barcos que transportan contrabando que lleven pasajeros. Sería como poner mujeres y niños delante de un ejército”. Así que esta es una de las grandes interrogantes de la historia. Era sabido que el Lusitania transportaba municiones ligeras. Transportaba municiones ligeras. Pero los alemanes afirmaron que en realidad transportaba municiones pesadas. Y hasta cierto grado, la segunda explosión tiende a respaldar esa afirmación. Hubo todo tipo de cosas turbias alrededor de una parte del cargamento que el Lusitania transportaba. Aunque su tripulación afirmó que se trataba de productos perecederos, no fue almacenada en una parte refrigerada del barco. Así que hubo razones para pensar que realmente transportaba municiones pesadas. Y la segunda explosión también parece apuntar en esa dirección. Incluso después de la Primera Guerra Mundial, la armada británica pasó mucho tiempo intentando destruir los restos del Lusitania. Algunos piensan que quizá su objetivo era librarse de algunas evidencias de que realmente el Lusitania transportaba muchas más municiones por lo que tal vez era, desde el punto de vista de los alemanes, un blanco aún más justificado de lo que se había pretendido. En cualquier caso, se trata de un acontecimiento muy interesante que no necesariamente guarda una relación directa con la entrada de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial. Pero es uno de muchos sucesos. Y toda esta idea de los bloqueos y los submarinos alemanes que atacaron a los civiles fue motivo de una constante preocupación para los estadounidenses.